Proceso de creación - Autoevaluación - Justificación
Nuestro proceso comenzó truncado al tener que cambiar nuestro personaje a último momento. Pero creemos que nos ayudó de alguna forma (no solo en la logística).
Al cambiar el personaje, y por consiguiente cambiar nuestro rumbo en el trabajo, pudimos ver un poco la diferencia entre los dos personajes y su aura.
Mientras que Mónica nos llevaba a pensar en una luz fría, Candela nos llevaba a otro extremo. No hablamos solo de los entornos en los que ambas conviven sino también en las personalidades de cada una. Mientras que Mónica estaba siempre al borde de la emoción ante el recuerdo de sus experiencias pasadas, Cande transmitía una especie de despreocupación que se plasmaba en su forma de pintar.
La entrevista, más allá de ser una presentación formal del personaje en la clase, nos permitió ver una faceta suya que la cámara no llegaba a capturar. Maldita esa postura impuesta de la persona retratada cuando se sabe retratada. Esa despreocupación se iba tapando con cada movimiento del lápiz sobre el papel, dando paso a una mujer en su elemento, con una concentración tal que parecía por fin olvidarse de que había un lente a pocos metros de su cara.
También, ese día descubrimos la luz que nos serviría como principal: el atardecer y la manera en la que repercutía sobre el cuerpo de nuestro personaje.
La pintura y el atardecer fueron nuestros elementos claves y a partir de ahí comenzamos.
La paleta de colores se nos presentó naturalmente, no solo por la luz natural elegida sino también por el entorno. Esa misma paleta fue llevada al lienzo en el que Cande realizaba su propio autorretrato.
Algo que surgió en la clase fue el “miren a su alrededor y decidan conscientemente dónde poner la cámara”. ¿Cómo cae la luz? ¿Sobre qué cae? ¿Hace alguna sombra, algún reflejo? ¿Vemos al personaje o no? ¿Qué valor de plano?
Narrativamente queríamos presentar el oficio de candela a través de planos cerrados,
jugar con los colores así como texturas en contraste con la luz que nos brindaba el sol, tanto el plano del vaso como el de las manos nos adentran al mundo del personaje, que usa y de qué manera lo hace y por último el plano de sus ojos en pleno proceso de su nueva creación.
Nuestra selección final elegimos trabajar con luz natural para estar a tono con los colores cálidos que esta genera así como también los que se utilizan en el cuadro que está pintando así como también los colores que se ven dentro del vaso de agua. Por eso mismo fue la selección de los planos finales.
Una característica del entorno era la paleta de colores. No solo la luz natural nos proporcionaba la luz cálida sino que la locación en sí
Como proceso de autoevaluación a pesar de tener obstáculos ya que tuvimos que cambiar nuestro personaje pero llegamos a un resultado satisfactorio. Luego de la instancia de preentrega que fue más que nada una primera aproximación tanto a lugar como al personaje donde fuimos probando como repercutia la luz del atardecer sobre el cuerpo de nuestro personaje.
Planta
Backstage
